Los Lubricantes nuevos usos mas Placer
El uso de geles lubricantes aumenta año tras año. Muchas personas se animan
cada vez más al goce sexual vaginal y anal y
buscan maneras de mejorarlo. Tanto los lubricantes como los juguetes sexuales
permiten abandonar la resignación y ahondarse al placer. Pero, además, son
buenos aliados para mejorar la sequedad vaginal y el dolor en el coito que
suelen sufrir muchas mujeres que transitan el climaterio.
Por qué usar un lubricante
Hace unos años, los lubricantes sólo se
usaban para el
sexo anal o en situaciones donde la lubricación natural
no era suficiente. Hoy son una buena opción ante la sequedad vaginal, pero
también nos pueden ayudar a que la relación sea
más placentera.
“Con el tiempo se superó la sensación de que
comprar un lubricante estaba asociado a un problema sexual o algo negativo”,
aclara Patricio Gómez Di Leva, sexólogo del departamento de educación sexual de
Prime Argentina. “Tener un lubricante es parte de los preparativos para una
noche especial. Una de sus funciones es la de facilitar la penetración, pero
también se pueden utilizar para jugar en pareja, hacer
masajes o para
experimentar nuevas sensaciones de placer”, agrega.
“Es fundamental para el momento de practicar
sexo anal, porque evita las lesiones de la mucosa al ser facilitador de la
penetración. El ano no lubrica en forma natural, con lo cual es importante el
uso de lubricantes. Los que favorecen la hidratación son los más indicados ya
que ayudan a la dilatación y a que no se produzcan lesiones”, agrega el
psiquiatra Adrián Sapetti, presidente de la Sociedad Argentina de Sexualidad
Humana y director del Centro Médico de Sexología y Psiquiatría.
Los expertos aseguran que son un recurso muy
útil para disminuir el dolor
vaginal pero,
sobre todo, para lubricar la zona y ayudar a que elpreservativo no se rompa. Por ello, no sólo es un
producto para mujeres de mediana edad sino que los jóvenes también lo utilizan.
Es un recurso que debe usarse con el preservativo.
Las
razones médicas
La menopausia es uno de los períodos más
sensibles en las mujeres. En ella, debido a los cambios hormonales por la
disminución de estrógenos, la vagina se hace más pequeña por una reducción del
diámetro superior y el epitelio vaginal se seca, por lo que se puede producir
una vaginitis (inflamación del epitelio vaginal) que
puede imposibilitar el coito.
"Esto afecta al 45% de las mujeres
mayores de 50 años", destaca el médico ginecólogo Patricio Ehrman, y
explica que los síntomas son sequedad, ardor, irritación y dolor en el coito.
Por ello, para evitar estos síntomas se usan los hidratantes vaginales
regularmente y los lubricantes durante el acto sexual.
“Los lubricantes son buenos aliados para
mejorar estos síntomas pero a veces no son suficientes. Es recomendable
dedicarle tiempo a la estimulación y a la excitación previa a la penetración”,
agrega la sexóloga Andrea Gómez. “En este caso, consultando con el ginecólogo,
puede indicarle el uso de óvulos de estrógenos que funcionan a nivel local y
ayudan a mejorar la lubricación y la elasticidad de las paredes vaginales.
Muchas mujeres no saben esto porque por pudor no lo comentan, ni tampoco lo
consultan con su médico”. Andrea explica que los especialistas no suelen detenerse
a preguntar sobre el placer sexual, por lo tanto no recetan estos
medicamentos.
Tipos
y funciones
Los lubricantes se pueden clasificar en
isosmolares e hiperosmolares. Los primeros contienen la misma concentración de
sales y otros ingredientes que las células, por lo que no producen sequedad.
Por el contrario, los segundos, tienen más sales, hidratos de carbono y
proteínas que el interior de las células de la vagina o recto. Este
desequilibrio, asiente Andrea Gómez, hace que las células pierdan agua y, como
resultado, produzca sequedad.
Además, existen lubricantes funcionales y lubricantes
lúdicos. Los primeros son destinados exclusivamente a la
sequedad vaginal. Por tanto, la sexóloga los recomienda para mujeres
menopáusicas o con deficiencia de estrógenos, como en la lactancia, o por el
uso de algún medicamento como algunos anticonceptivos hormonales. Los lúdicos
se pueden utilizar con juguetes sexuales o para aumentar la
estimulación. Están dirigidos a parejas que quieren incorporar
un producto de juego en sus relaciones.
Otra de las clasificaciones es la relacionada
a su composición: pueden ser principalmente de base acuosa o de base aceitosa.
Todos los expertos consultados aseguran que los lubricantes más recomendados
son los acuosos. Los oleosos y la vaselina, al ser derivados del petróleo,
pueden romper el profiláctico y también alterar el pH vaginal, lo
que puede dar lugar a infecciones vaginales.
¿Sirven
los lubricantes caseros?
Para Patricio Ehrman la vaselina no es una
buena opción para las vaginitis atróficas y es especialmente desaconsejable
cuando se usan preservativos, ya que puede romper el látex. “Otra opción
inadecuada es la administración de yogurt cuando la sequedad vaginal es
consecuencia de una falta de lubricación. Los ingredientes pueden producir
infecciones”, advierte el ginecólogo.
“Se
sugiere aquellos que no contengan picantes, alcoholes, ni elementos que puedan
irritar o lastimar. Los más usados son las cremas de leche, los
dulces, helados y jaleas con sabores a frutas. No deben
utilizarse en el interior de los genitales y tampoco durante el coito. Pueden
ser un complemento excitante para el sexo oral, pero no para el coito ya que
puede raspar, irritar y lastimas las mucosas”.
Los lubricantes y el placer sexual
La lubricación es fundamental en toda relación sexual
placentera. Si bien es una respuesta fisiológica natural, hay factores que
actúan en forma desfavorable, bajando la cantidad de trasudado o –directamente-
suprimiendo la respuesta.
Se denomina Trastorno
Excitatorio Femenino cuando
la disfunción es persistente y recurrente, lo que hace el coito doloroso
(dispareunia) o impide el mismo. Una de las causas más frecuentes de
la escasa lubricación es el apuro masculino por penetrar, cuestión que impide
que la mujer logre buenos niveles de excitación. El tiempo que necesita
cada mujer para lubricarse es variable: depende de la edad, el nivel de deseo,
la etapa vital por la que transita y, fundamentalmente, la conexión con su
propio cuerpo y las sensaciones erógenas.
No obstante todos estos factores, la
excitación en la mujer necesita más tiempo que el hombre para lograr la
erección. La mujer menopáusica, por ejemplo, va perdiendo gradualmente la
lubricación por la disminución de los estrógenos, predisponiendo la mucosa
vaginal a la inflamación, a las infecciones (vaginitis atrófica) y a las
relaciones dolorosas (vaginismo y dispareunia).
El uso de
lubricantes se ha
difundido en las últimas décadas, sobre todo aquellos en forma de geles,
a base de agua o de siliconas. Atrás quedaron la saliva (el más natural y
barato de todos) y los clásicos, siempre al alcance de la mano y en cualquier
botiquín o mesa de luz, la vaselina, y las cremas cosméticas.
Por qué usar un lubricante?
Hace unos años, los lubricantes sólo se
usaban para el
sexo anal o en
situaciones donde la lubricación natural no era suficiente. Hoy son una buena
opción ante la sequedad vaginal, pero también nos pueden ayudar a que la
relación sea
más placentera.
“Con el tiempo se superó la sensación de que
comprar un lubricante estaba asociado a un problema sexual o algo negativo”,
aclara Patricio Gómez Di Leva, sexólogo del departamento de educación sexual de
Prime Argentina. “Tener un lubricante es parte de los preparativos para una
noche especial. Una de sus funciones es la de facilitar la penetración, pero
también se pueden utilizar para jugar en pareja, hacer
masajes o para
experimentar nuevas sensaciones de placer”,
“Es fundamental para el momento de practicar
sexo anal, porque evita las lesiones de la mucosa al ser facilitador de la
penetración. El ano no lubrica en forma natural, con lo cual es importante el
uso de lubricantes. Los que favorecen la hidratación son los más indicados ya
que ayudan a la dilatación y a que no se produzcan lesiones”.
Los expertos aseguran que son un recurso muy
útil para disminuir el dolor
vaginal pero,
sobre todo, para lubricar la zona y ayudar a que el preservativo no se rompa. Por ello, no sólo es un
producto para mujeres de mediana edad sino que los jóvenes también lo utilizan.
Es un recurso que debe usarse con el preservativo.
Para elegir un
lubricante adecuado, debés tener en cuenta:
-Que sea al agua o siliconado. Los más usados
en nuestro medio son a base de agua. Se absorben por piel y no dejan ninguna
capa aceitosa. Pueden rebajarse con el agregado de agua.
-Que no altere el PH vaginal ni predisponga a
infecciones.
-Que no irrite ni manche.
-Que no sea derivado de hidrocarburos:
aceites, vaselina, cremas cosméticas, lanolina, etc. Estos lubricantes abren
los poros de látex de los profilácticos y predisponen a infecciones.
-Lo ideal es incluirlos en la relación como
un recurso más para disfrutar.
-Podés usarlos para hacer caricias en otras
zonas corporales. La estimulación suave de los pezones, o del glande
previamente lubricado, es súper excitante.
Los lubricantes son muy útiles cuando una
mujer comienza a explorar su cuerpo, sobre todo cuando la represión o la baja
estima han oprimido las sensaciones de placer. Animate –o anímense los dos- y
sumen placer a la relación.
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